miércoles, 25 de enero de 2012

Una breve reseña sobre la historia del Open de Australia

Hablaba el otro día en mi Zona Mixta de 'Mundo Pelotudo' sobre el Abierto de Australia, que, como muchos sabéis, se juega estos días en la ciudad de Melbourne. Aprovecho para hablaros un poco del primer Grand Slam de la temporada, que precisamente este año celebra su edición número 100. Al menos, en su versión actual.

El torneo nació en 1905 y hasta 1912 estuvo organizado conjuntamente por Australia y Nueva Zelanda. Como solía pasar en estos eventos, al principio sólo podían participar hombres, hasta que en 1922 se le dio entrada también a las mujeres. Comenzó recibiendo el nombre de "Campeonatos de Australia", hasta que en 1968, con la llegada de la denominada "era Open" y la profesionalización del tenis tal y como lo conocemos hoy, pasó a llamarse "Abierto de Australia".

La cita ha tenido numerosas sedes a lo largo de la historia. Desde sus inicios se disputó sobre pistas de hierba, aunque la pérdida de notoriedad del torneo llevó a los organizadores a fijar la sede del mismo en Melbourne en 1988. Desde esa fecha, el Abierto australiano se juega en esta ciudad y sobre superficie dura, en pistas de cemento. En 2008 se varió el tipo de superficie utilizada, dando entrada a una compuesta por Plexhicusion, un material que hace que la bola absorba menos calor, (uno de los principales problemas del torneo, ya que se juega en pleno verano australiano) y haga que ésta vaya más lenta, provocando un desgaste menor en los jugadores. Como dato curioso, hay que decir que el sueco Mats Wilander es el único jugador de la historia que puede presumir de haber ganado el torneo sobre las dos superficies.

Entre 1977 y 1985 el torneo se disputó en el mes de diciembre, para organizarse de nuevo en enero, su fecha habitual, a partir de 1987. Debido a esto, en 1977 hubo dos ediciones en el mismo año y en el 86 no se disputó.

El complejo tenístico de "Melbourne Park", donde se juegan los partidos, cuenta con su pista central, la "Rod Laver Arena", cuyo nombre se debe a uno de los más grandes campeones nativos del torneo. Tiene capacidad para casi 15.000 espectadores, siendo uno de los estadios de tenis más grandes del mundo. Tanto la central como la secundaria, la "Hisense Arena", tienen techos retráctiles para que se pueda jugar también en los días de lluvia.

El australiano Roy Emerson, que ostenta el récord de 6 títulos, obtenidos todos ellos en los años 60, Mats Wilander o Rod Laver, son algunos de los grandes campeones de la historia del Abierto de Australia. El norteamericano Andre Agassi posee cuatro entorchados, los mismos que el suizo Roger Federer, que de ganar este año se convertiría en el único tenista de la historia en ganar cinco o más títulos en tres de los cuatro Grand Slams. En chicas, sobresale por encima de todas la australiana Margareth Smith, con 11 títulos. Martina Navratilova, Martina Hingis, Steffi Graf o Serena Williams también se encuentran entre las más victoriosas.

En cuanto a la participación española, Rafa Nadal es el primer y hasta ahora único tenista español que ha ganado el título en individuales, derrotando a Roger Federer en la final del 2009. Por lo demás, contamos con seis finales perdidas. Juan Gisbert, Andrés Gimeno, Carlos Moyá, Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez se quedaron a un paso de la gloria.


Y para terminar, decir que el torneo es famoso por las condiciones meteorológicas en las que se juega. En 1995, las fuertes lluvias veraniegas provocaron la inundación de la pista central. En cambio, en 2003, la final, que jugaron las hermanas Williams, tuvo que disputarse bajo techo debido a las altas temperaturas, de hasta 44 grados. Para que luego digan del verano andaluz...

martes, 24 de enero de 2012

Mundo Pelotudo: Programa del 20-1-2012

Aquí os dejo el enlace al podcast de la última edición de Mundo Pelotudo, del pasado viernes, junto con una breve sinópsis de todo lo que contamos en el programa:

"Si en un equipo de tres personas una se cae de la convocatoria las consecuencias pueden ser catastróficas. Y más si la baja es en un puesto tan sensible como los fogones. ¿Lograrán los pelotudos sobreponerse a la falta de Daniel Collado? ¿Conseguirá Luis ser capaz de hablar de fútbol y pulsar botones a la vez? ¿Será capaz Ángel de hacernos entender el funcionamiento del Open de Australia? ¿Podrá Ana González, la invitada de hoy, refrenar sus instintos psicópatas y no atropellar a nadie? ¿Alcanzaremos un récord de participación en nuestro concurso? La respuesta a todo esto y mucho más, pulsando el botón de Play."

Mundo Pelotudo 20-1-2012

jueves, 19 de enero de 2012

Resaca post-Clásico: Primera parte


En el noveno Clásico de la era Mourinho (dentro de una semana tendremos post por la resaca del décimo) la gente, por primera vez en año y medio y hablando de forma generalizada y por lo que se lee y se escucha, empieza a perder la paciencia. El balance es de cinco derrotas, tres empates y una sola victoria. Una victoria que supuso un título, título que consolidó el proyecto y la idea del luso como solución para acabar con la hegemonía del Barça. Ahora, incluso siendo el equipo líder de la Liga y aún con todas las opciones en la Liga de Campeones, parece que todo eso empieza a no ser suficiente para una gran parte de aficionados.
Hablábamos en el último post sobre cuál era la mejor forma de ganarle al Barcelona. Antes de entrar a valorar lo que sucedió ayer en el Bernabéu, hay conceptos en los que casi todos estaremos de acuerdo: Mourinho es un grandísimo entrenador porque lo ha demostrado, cumpliendo los objetivos para los que fue fichado en prácticamente todos los clubes en los que ha estado, todos ellos de gran exigencia. Y está dándole un rendimiento excelente al equipo. Además, hace lo que considera que tiene que hacer para lograr el objetivo en cada partido. Luego sus planteamientos, sus tácticas y sus formas podrán gustar o no gustar, pero él hace lo que cree que va a dar más posibilidades de ganar a su equipo.

Dicho lo cual, por encima de discusiones tácticas, de imágenes de un club respecto al resto del mundo y de todas estas cosas de las que hoy se habla, la causa primera de las críticas es que la gente empieza a cansarse porque su equipo no gana. Así de sencillo. Y pasan los meses, los Clásicos, las oportunidades, y ve siempre ve la misma película. Con distintos matices, pero casi siempre con el mismo resultado. Y casi siempre con el mismo plan, el de ayer.

Un plan que, si fuese infalible, sería soportado por la amplia mayoría del madridismo, a pesar de que estéticamente no guste. Se utilizó después de un 5-0 en contra en el primero de estos nueve envites. Aquello no sólo lo justificaba, sino que además era lo que, intentando entrar en la lógica de un entrenador que venía de perder de aquella manera, tocaba en ese momento. Tocaba cambiar, hacer otra cosa distinta. "Si he jugado de una manera y me han metido cinco, vamos a probar de esta otra para contrarrestar sus virtudes". Como eso valió un título, reforzó el plan como la mejor vía para anular al Barça.
Y es verdad que de momento ha sido la única manera de ganar (lo dicho, de nueve partidos sólo una victoria, con ese sistema). Pero en este punto habría que diferenciar dos cosas: La alineación y el planteamiento. El Madrid de ayer y el del Clásico de diciembre se parecen bastante al Madrid de la final de Copa en cuanto a nombres y disposición táctica, pero la actitud no es la misma. El de Mestalla presionaba mucho más arriba la salida del balón, arriesgaba mucho más, mordía...el de ayer y el del penúltimo Clásico se parecen más al Madrid de la semifinal de Liga de Campeones, dando mucho más campo al rival, esperando más atrás y entregando el balón de forma más evidente.

En general, ninguna de esas dos variantes del mismo planteamiento gustan al aficionado blanco. En todo caso es más soportable la exhibida en Copa, no la de ayer. Aun así, lleva un año y medio dispuesto a renunciar a eso si la alternativa da para ganar al Barça, pero el equipo no acaba de ganar y la final de Copa cada vez queda más lejos. Y si además lo que la gente ve no gusta, contribuye a que haya ganas de cambio de estrategia. "Si repetimos esto una y otra vez y acabamos perdiendo, hagamos algo distinto".
Por eso el Bernabéu acabó pidiendo a gritos a once Juanitos anoche. Quiere otra cosa. E incluso sabe que cambiar no garantiza dar con la tecla. La apasionante discusión entre madridistas sobre cómo jugarle al equipo de Guardiola, si al ataque y sin complejos, o aceptando de antemano que es imposible disputar el balón y que la única esperanza es jugar como ayer, divide y da mucho que pensar. Valentía o cordura. Seguramente ambas posturas tienen parte de razón. Pero es que los defensores de esas dos posturas ya han visto y han vivido que, como norma general, el Barça te gana si le tuteas y también te gana si te encierras. Te gana si presionas muy arriba y adelantas las líneas y te gana si defiendes en la frontal con nueve hombres y entregas el balón. El final, sea de una forma o de otra, casi siempre es el mismo y eso es lo que desespera. Como decíamos al principio, la gente se cabrea porque su equipo no gana. Y si se gana jugando como no gusta, es soportable. Pero si se pierde jugando como le gusta y también como no le gusta a la gente, se prefiere el intento con la primera versión. ¿Quizá porque la derrota es más fácil de asimilar? ¿Porque uno se va a casa menos cabreado? ¿Morir de pie en vez de hincar las rodillas?    

Decíamos que la fuente de energía del Barcelona es el balón, y que alejando estos dos conceptos, Barça y balón, se desactivaba de forma rápida todo el sistema de juego blaugrana. El Madrid de la final de Copa dejó al Barça sin balón. No lo tenía excesivamente, pero tampoco le dejó utilizarlo al rival...y el rival sufrió mucho. Al menos, en la primera parte y en parte de la prórroga. El Madrid de las últimas dos versiones le entrega el balón al Barcelona. Ahora, con la eliminatoria complicada, tiene que cambiar en el Camp Nou, tal y como pasó en la vuelta de la semifinal de Champions. En aquella ocasión agradó más a la gente e incluso pudo dar un susto. También tuvo más el balón. Quizá ahora, obligado por las circunstancias y de la manera menos esperada, pueda encontrar alternativas.

lunes, 16 de enero de 2012

¿Cómo se le gana a este Barça?


De nuevo dos Clásicos, esta vez en cuartos de Copa. Será interesante ver cómo el Madrid afronta dos partidos más contra su némesis, poco más de un mes después del 1-3 en el Bernabéu.
El equipo llegó a esa cita como favorito por primera vez en bastante tiempo. Se lo había ganado después de una Supercopa de la que salió reforzado y se esperaba la confirmación de que había conseguido ponerse a la altura del Barcelona. La derrota, sin embargo, dejó la sensación de que de nuevo se ha dado un paso atrás, de que aún no se ha encontrado la fórmula para superar a este Barça. Por eso puede ser buena para el Madrid una reválida en tan poco tiempo.

Sin embargo, más allá de pronosticar qué pasará, la pregunta más complicada y la papeleta más difícil para Mourinho es: ¿De qué manera hay que jugarle al Barcelona? ¿Cómo se le gana al Barça?
En las últimas cuatro temporadas, apenas ha habido equipos que lo hayan conseguido. Las derrotas blaugranas han llegado con tanta intermitencia que da la sensación de que más que hazañas, hayan sido accidentes. El inevitable margen de error de cualquier equipo, por muy bueno que sea.

En los últimos años se han empleado sobre todo dos sistemas contra el Barça: Uno de presión sobre la salida del balón culé adelantando las líneas. Muchos de los equipos que lo han intentado han acabado goleados, sufriendo los balones a la espalda que tan bien saben aprovechar los centrocampistas culés. Ante esto, la mayoría optan por echarse atrás, defender con todo y jugársela a no encajar goles y materializar alguna ocasión al contraataque. Suelen acabar ahogados y mareados en un rondo en el que los centrales del Barça terminan jugando en campo contrario y en el que, al final, el Barcelona encuentra casi siempre una grieta. La necesidad y la exigencia de ser perfecto defensivamente con este planteamiento es demasiado grande.
Pero estos dos sistemas tienen un punto en común: En ambos, se entrega la posesión al Barça. Todas las ideas para intentar ganar pasan por cómo hacerlo sin el balón, ya que se ha aceptado de antemano la idea de que no se le puede quitar al equipo culé. ¿Y si alguien se rebelase contra esta idea?

El Madrid de Mourinho empezó queriendo jugarle al Barça de igual a igual la pasada campaña. Se llevó cinco goles del Camp Nou y se instaló la sensación de que por ese camino era imposible. Fruto de la manita emergió la figura de Pepe en los cuatro Clásicos siguientes, utilizado como perro de presa para igualar las fuerzas numéricas en el centro del campo y darle al mismo más consistencia defensiva. Mourinho lo combinó con una fantástica presión sobre la salida del balón del Barcelona que sirvió para no perder el partido de Liga y ganar la final de Copa. En la semifinal de Liga de Campeones, sin embargo, jugó pensando en el partido de vuelta y echó al equipo muy atrás en el Bernabéu para llegar al Camp Nou sin encajar goles. El sistema se vino abajo, polémicas aparte, tras la expulsión de Pepe.

Aquel cambio de estrategia se vio como un acto de cobardía en casa. La gente reclamó el plan que había valido para ganarle, por fin, un título al Barcelona tan sólo unos días antes y se volvió al esquema de presión y ritmo vertiginoso en la Supercopa, incluso prescindiendo de Pepe como centrocampista. Como la sensación generalizada a pesar de la derrota fue que el equipo había merecido más y ya estaba al mismo nivel que el Barça, se mantuvo ese esquema hace semanas. Y se volvió a perder estrepitosamente.

El hecho de que ahora el enfrentamiento sea una eliminatoria a doble partido y la última derrota vuelven a hacer tentadora la posibilidad de regresar a la versión física y defensiva. ¿Pepe otra vez como mediocentro? Las bajas de Khedira y Arbeloa condicionan mucho y quizá hagan que el Madrid no pueda jugar del todo a la defensiva y se parezca más al Madrid de los últimos Clásicos, pero en esencia, la elección es de Mourinho. Si quiere blindarse, encontrará maneras de hacerlo.

¿Y si se optase por una solución intermedia? Este Barça ha llegado a ser el mejor equipo del mundo y uno de los mejores de la historia por su idea, en la que el concepto fundamental es la posesión del balón. Lo cual quiere decir que la manera más eficaz y más rápida de anular esa idea es anulando el elemento en el que se basa. Dejar al Barça sin balón sería como vaciar el depósito de gasolina de un coche. Pero casi nadie lo intenta.
Equipos como el Inter y el Real Madrid de Mourinho o el Valencia esta temporada han utilizado la fórmula de presión ante el Barça con éxito. Pero aunque sea en contadas ocasiones, también ha habido equipos que han intentado quitarle el balón a los de Guardiola y han sido superiores cuando lo han conseguido. De esa forma le ganó el Betis el año pasado en Sevilla, estando todavía en Segunda División. Era un partido intrascendente de Copa después de un 5-0 en contra y el Barcelona jugó con muchos suplentes, es cierto. Pero si partimos de la idea de que se supone que el Real Madrid, con todos los respetos, es un equipo más fuerte que el Betis, es el equipo más fuerte del mundo junto con el propio Barça, ¿por qué no iba a ser capaz de hacerlo? ¿Por qué no combinar su presión y su intensidad con un intento de disputar la posesión del balón lo máximo posible? Quizá sea la pieza que falta en este apasionante rompecabezas.

domingo, 15 de enero de 2012

Mundo Pelotudo: Programa del 13-1-2011


Como algunos ya sabéis (y como podéis leer en la descripción de mi perfil, a la izquierda de este post), participo en el programa radiofónico 'Mundo Pelotudo; El otro lado del otro lado del deporte', que se emite en Radio Ritmo Getafe (99.9 de la FM o www.radioritmo.org). Si queréis pasar una hora divertida escuchando toda la actualidad deportiva con un toque diferente, gamberro y cómico, éste es vuestro programa. Con mis compañeros y amigos Daniel Collado y Luis Tejo, dos cracks de las ondas, paso uno de los mejores ratos de toda la semana cada viernes de 20:00 a 21:00 de la noche. También estamos en Onda Atlética (http://ondaatletica.blogspot.com), a partir de las 21:00 los lunes. Os iré dejando los podcast de cada programa para que podáis escucharlos, aunque también los tenéis en nuestra página de Facebook: www.facebook.com/mundopelotudo y en nuestro blog (que tengo puesto en la sección de blogs de obligada visita, http://mundopelotudo.blogspot.com/. Esta semana hago un repaso de los deportistas españoles que, a estas alturas, ya están clasificados para los próximos juegos de Londres 2012. Ya que hemos entrado en un año Olímpico, había que empezar hablando de ello en el primer MP del año. ¡Espero que lo disfrutéis!

Mundo Pelotudo 13-1-2011

jueves, 12 de enero de 2012

¿Balón de Oro? No, gracias


Raro es el año en el que suelo estar de acuerdo con la elección del Balón de Oro de la FIFA (ahora unido al antiguo FIFA World Player). Vaya por delante que el hecho de que le hayan concedido a Messi su tercer galardón consecutivo ni me sorprende ni me parece un escándalo (podéis votar si os ha parecido bien o mal su elección en la encuesta que encontraréis en la barra izquierda del blog). Ni mucho menos. Pero me parece un insulto al fútbol que no se premie la labor de futbolistas como Xavi o Iniesta.
Yo no le hubiera dado el Balón de Oro a Messi. Se lo hubiera dado a Xavi, a pesar de que pienso que en el 2011 el argentino ha estado mejor. Pero en realidad se lo hubiera dado para hacer justicia a lo que sucedió el año pasado, en el que también ganó Messi cuando había una selección española campeona del mundo de por medio. ¿Qué es lo que tenemos que hacer los españoles para ganar algo de esto? 

Y si me preguntan que a quién considero el mejor jugador del mundo, diría Messi sin dudar. El problema es que nunca tengo claro qué es lo que se premia con estas cosas.
Resulta que algunas veces, el trofeo es para el considerado como mejor futbolista del mundo. Otros, para el mejor futbolista del año. Otras veces es por su trayectoria. Luego todo esto no vale para nada cuando hay Mundial o Eurocopa, años en los que parece que sólo cuenta lo que se haga en esos torneos. Y otras es porque el jugador premiado ha ganado más títulos que nadie...
Entonces, ¿en qué quedamos? No hay un criterio unificado, lo que hace que en muchas ocasiones el premio huela a decisión populista, a razones publicitarias o a compensación a ciertos países. Y con los años ha ido creciendo mi desinterés por este tipo de decisiones y mi descontento con la forma de elegir al ganador, precisamente por este tipo de cosas.
He visto a Owen ganar un Balón de Oro por delante de Raúl cuando éste se encontraba en su mejor momento, con una Liga y dos Champions a sus espaldas. ¿La razón? Había ganado más títulos, concretamente las dos Supercopas de su país. He visto a Cannavaro ganar un Balón de Oro porque hizo un buen Mundial e Italia fue campeona del Mundo, dejando por detrás a gente como Kaká, Ronaldinho, Henry o Cristiano Ronaldo. Algo parecido pasó con Sammer, aquel centrocampista defensivo que lo ganó gracias a aquella Eurocopa conquistada por Alemania. No creo que nadie les considere al mismo nivel que otros ganadores del Balón de Oro como Cruyff, Di Stéfano, Platini, Zidane...o ahora Messi.
para que el premio fuese justo de verdad, deberían sentarse unas bases que no se pudieran violar. Messi es un jugador único, excepcional, de lo mejor que he visto y de lo mejor que veré nunca, pero sin Xavi o Iniesta sería bastante menos de lo que es y no hay mejor ejemplo que su rendimiento con Argentina. Y además estos dos tienen un Mundial. ¿Qué más hay que hacer? Echando la vista atrás, no sé si alguna selección campeona del mundo se ha quedado sin tener a un Balón de Oro en sus filas. La selección brasileña del 94 con Romario, la Francia de Zidane, después otra vez Brasil con Ronaldo, luego Italia con Cannavaro...podríamos ser la única en muchos años...
Así que no me vale que ahora se diga que Messi es el mejor del mundo. Claro que lo es, pero si el año pasado atendemos a qué pasó en el Mundial, lo merecían Xavi o Iniesta. Si es por títulos conquistados, lo hubiera merecido Sneijder, que ganó Liga, Copa y Champions con el Inter y alcanzó la final del Mundial. Si es por trayectoria, me vuelvo a acordar de Xavi, que ya fue elegido mejor jugador de la Eurocopa 2008...
Y además, no permitiría que un mismo jugador pudiera ganar más de un Balón de Oro, para diversificar el premio. Y concedería un premio igual para porteros, otro para defensas, otro para centrocampistas y otro para delanteros. Porque también, en este tipo de galardones, se instala siempre la cultura de "el que mete goles es el mejor". Pues bien, el equipo no gana si al que mete goles no le hacen buenos pases. O si los defensas no cortan los ataques contrarios, o si el portero no las para. Y tan determinante puede ser el mejor delantero del mundo como el mejor portero a la hora de ganar títulos. Pero claro, ¿cómo le vamos a dar un balón de Oro a un portero? ¡Por Dios! Con lo poco espectacular y lo descafeinado que eso queda en una gala de la FIFA. Puro teatro...

lunes, 9 de enero de 2012

España y la crisis del gol


La lesión de Villa es un contratiempo más para Vicente del Bosque de cara a la próxima Eurocopa. Aunque parece que hay opciones para que el asturiano pueda llegar (y es bien conocida la política del seleccionador de mantener las jerarquías), desde luego no lo hará a su mejor nivel.

Ir a Polonia y Ucrania sin Villa o con un Villa a medio gas es una noticia horrible para un combinado que ya de por sí va a estar sometido a una de las mayores presiones que se recuerdan, defendiendo Eurocopa y Mundial. El problema podría llegar a ser equiparable a ir a la Eurocopa sin alguien como Xavi, por ejemplo. Y me explico.

No cabe duda de que la seña de identidad de España, el camino que le ha llevado a sus recientes éxitos, es su idea de juego. Siempre escogemos a Xavi como representante de ese estilo y motor de la Roja. Pero si hay que sacar algún defecto a este equipo en los últimos tiempos, es su capacidad goleadora.

En la Eurocopa 2008 fuimos el equipo más goleador (12 tantos). Villa, por cierto, fue el máximo anotador del torneo. Sin embargo, los 12 goles fueron engañosos. Siete se los hicimos a Rusia en sólo dos partidos. A Suecia le ganamos con muchísima fortuna y con un gol (de Villa) en el último segundo. Contra Italia no fuimos capaces de marcar, prórroga incluida y ante Alemania sólo ganamos por 1-0 (sin Villa, lesionado). Y por aquel entonces, Luis Aragonés promovía el 'tiqui-taca', pero mantenía un 4-4-2 clásico con dos delanteros centros: Villa y Torres, con Güiza en la recámara.

En Sudáfrica, la falta de gol y la dependencia de Villa se hizo mucho más visible. El 'Guaje' marcó cinco de los ocho goles que España hizo en todo el torneo, una cifra más que pobre si la comparamos con los dieciséis de Alemania, los doce de Holanda o los once de Uruguay. Incluso Argentina y Brasil marcaron más tantos cayendo antes que nosotros.

Es verdad que España es Xavi, que es Iniesta y Xabi Alonso, y Silva y Cesc. Pero los goles casi siempre los ha metido Villa y sin goles no se gana. Un hombre que, además, es insustituible por sus características. No hay delanteros en España de primer nivel y de su estilo y condiciones actualmente.

Volvamos a Sudáfrica: Los dos contra Honduras, el primero ante Chile cuando más nos apretaban, los del triunfo en octavos y cuartos...y sin sus goles, probablemente España no hubiese ganado.

A la lesión de Villa hay que sumar una 'crisis del gol' que los delanteros nacionales ya estaban sufriendo esta temporada. El asturiano sólo había marcado cinco en Liga y nueve en todas las competiciones. La sequía de Torres le relega cada vez con más frecuencia al banquillo en el Chelsea. Pedro se ha visto superado por Alexis y Cesc y tampoco juega lo que jugaba en el Barça. Llorente, mermado por las lesiones, no anda fino. Negredo, que empezó bien la temporada, se está viendo perjudicado por la irregularidad del Sevilla...


Sólo Soldado mantiene un buen nivel goleador en la Liga española esta temporada. Y todo esto sin contar a Raúl (para mí injustamente), a quien todos damos por muerto sistemáticamente pero que sigue sumando: Lleva 13 dianas esta campaña, segundo máximo goleador nacional por detrás del ariete del Valencia. Aun así, es casi inimaginable que vuelva (este tema me daría para otro post, que acabaré escribiendo).

La falta de experiencia y de convocatorias es un hándicap para Soldado. Además, su condición de nueve puro le hace estar sometido a las cuestiones de siempre. ¿Es válido un delantero como Soldado dentro del esquema de juego de España? ¿Se adaptaría bien al juego del equipo? ¿Sería la primera opción o sólo un recurso?

Hay soluciones. Mata ha terminado de explotar en el Chelsea y pide a gritos un papel más importante con España. Silva es indiscutible en el líder de la Premier y estamos descubriendo la capacidad goleadora de Fábregas. ¿Podríamos jugar sin un nueve puro? ¿Usando a Cesc como lo hace Guardiola en el Barça?

Del Bosque ya se ha acercado a esa idea de jugar sin delanteros en los últimos partidos, pero el nivel no fue demasiado alto. Y hay que tener en cuenta un detalle para los que piensan que la selección puede copiar el modelo del Barça en la final del Mundial de Clubes (jugar con siete centrocampistas y sin delanteros puros): Leo Messi. En el Barça, él marca por todos. En la Roja no tenemos a alguien así. ¿Podemos, entonces, jugar sin un nueve? Los próximos amistosos empezarán a despejar estas incógnitas.