Bueno, pues se acabó la espera. Ya tenemos lista de 23 y,
por supuesto, tenemos debate. A nadie parece gustarle las decisiones del
seleccionador respecto a las posiciones dudosas: Al final Negredo y Pedro en
lugar de Soldado y Adrián, y Juanfran en lugar de Iraola y Monreal. Thiago,
además de contar con pocas opciones, se auto descartó horas antes del anuncio
de la convocatoria, dejando totalmente despejado el panorama respecto al centro
del campo, la línea a todas luces más estable del grupo.
Las reacciones no se hacen esperar: En sendas encuestas
realizadas en As y Marca, un 71 y un 67 por ciento de los internautas afirman
no estar de acuerdo con la lista. En el primero de estos medios, un segundo
cuestionario refleja que la gran mayoría hubieran convocado a Adrián y Soldado.
Menos discutida es la convocatoria de Juanfran, máxime después de su buen debut
en el lateral ante Serbia y el bajón físico con el que Iraola, su gran rival
por el puesto, ha terminado la temporada, con la final de Copa como ejemplo más
reciente. Precisamente esa final parece haber servido de impulso para el
regreso de Pedro, con quien no contábamos si quiera en el último post, en el
que analizábamos las opciones de los distintos candidatos para acudir a Ucrania
y Polonia. Ay, qué insensatos...
La lista final es un fiel reflejo de la forma de actuar de
Del Bosque: Continuismo. Hay 19 campeones del Mundo y sólo cuatro caras nuevas
respecto a Sudáfrica, que serían sólo dos si Villa y Puyol no fuesen baja. Y si
contamos a Cazorla casi como un fijo que se perdió el Mundial únicamente porque
estaba lesionado, al final resulta que probablemente sólo Jordi Alba y Juanfran
habrían sido las auténticas novedades, "naturales" tras la retirada
del combinado nacional de Capdevila y Marchena. Y respecto a las dudas, se ha
impuesto la jerarquía en detrimento del rendimiento. La llamada de Pedro y
Torres son buenos ejemplos.
La jerarquía y la experiencia antes que el rendimiento. Eso
que os preguntábamos en la encuesta de la pasada semana (¿Qué criterio
fundamental debe seguir un seleccionador a la hora de elegir?), en la que ha
vencido el rendimiento claramente, según vuestras opiniones. Suele ser la
corriente generalizada cuando se le pregunta a la gente justo antes de citas
como éstas. También porque a pesar de haber sido campeones de Europa y del
Mundo en estos últimos cuatro años, sigue existiendo en cada aficionado español
una costumbre que le incita a decantarse siempre por los jugadores del su
equipo. Por eso media España pide a Raúl sistemáticamente y la otra media
reniega. Por eso un seguidor del Valencia prefiere a Soldado antes que a
Negredo y el sector Atlético prefería a Adrián. Por eso, antes de la Eurocopa
2008, el debate era si tenía que ser titular Villa o debía serlo Torres, en
función del equipo del que se fuese. Al final fueron titulares los dos.
En el último post, además de lanzar la pregunta sobre el
criterio que se debe seguir, preguntábamos qué debe ser una selección. La
opinión popular tiende a construir listas de 23 a base de los que mejor están
en cada momento. España hizo eso durante muchos momentos de su historia y
fracasó. Ahora, mantiene el mismo bloque desde poco antes de la Eurocopa 2008 y
hasta el momento no le ha podido ir mejor. Es lógico que cueste variar eso. La
historia está harta de ejemplos de selecciones que se han mantenido hasta
fracasar porque antes lo habían ganado todo (Francia es un buen ejemplo). Sin
embargo, Vicente ha ido introduciendo pequeñas modificaciones con calma y mucho
tacto. Algunos extremos (Navas), algún delantero centro para jugar por arriba
(Llorente), dos medios centros (Busquets y Alonso), etc. No obstante, se empeña
en mantener el bloque a sangre y fuego a pesar de lo difícil que resulta en
algunos casos, como los de Torres, Pedro o Albiol en esta última lista, lo que
refleja que para determinadas decisiones cuenta más la jerarquía y para otras,
el estado de forma.
Sería una falta de respeto perder la confianza en un
seleccionador que le ha dado a España su mayor éxito deportivo y que ha
recibido el afecto y cariño de tantos en estos últimos años sólo por un par de
decisiones concretas. Si se piensa con detenimiento, la diferencia de opinión
seleccionador-aficionados se da en dos, tres o como mucho, cuatro puestos de
veintitrés, lo que realmente es una cifra ínfima. En lo fundamental estamos
todos de acuerdo. Además, aunque sea el mayor de los tópicos, nadie ha
trabajado ni estado más cerca de los chicos que Del Bosque (ése es su trabajo)
y nadie más que él le habrá dado vueltas a todas las alternativas y razones de
por qué llevar a este o al otro, por lo que sólo por eso merece un voto de
confianza.
El problema para Del Bosque será, sin embargo, el que tienen
siempre los entrenadores, especialmente los seleccionadores, ejecutores de decisiones
tremendamente importantes y fundamentales en espacios muy cortos de tiempo, como
son Mundiales o Eurocopas: El ventajismo. Y en el caso que nos atañe, el bueno
de Vicente estará mucho más expuesto que cualquiera de sus predecesores. El
listón de las exigencias no puede ser más alto para él, ya que como campeones
de todo cualquier resultado que no sea ganar la Eurocopa será peor que los
anteriores. Esto quiere decir que si España cae antes de ser campeona a Vicente
le lloverán críticas por no haber llevado a Adrián en vez de a Pedro o por
haber llevado a Torres o a Negredo en lugar de Soldado, que serán más o menos
contundentes en función de cuándo caigamos y cómo lo hagamos estéticamente.
Pero se las llevará de todas formas. De nada servirá el triunfo en Sudáfrica,
los excelentes números en su trayectoria como preparador de La Roja o sus
decisiones tan acertadas como arriesgadas en algunos momentos. Por el
contrario, si ganamos, todas las decisiones habrán sido más que acertadas.
Ejemplos como el caso de Pedro en el pasado Campeonato del
Mundo son el mejor espejo de lo que puede ser el ventajismo. Si España no
hubiera ganado, Vicente habría sido el técnico que hizo la locura de poner a un
jugador sin experiencia en unas semifinales y una final de un Mundial de
titular (decisión que todos, por inercia, pusimos en duda), el entrenador que
destruyó la esencia del 'Tiqui-Taca' alineando dos medios centros en lugar de
uno sólo; Insistiendo en los extremos como recurso y alejándose de todo lo que
nos hizo campeones en Viena. Como Pedro fue clave y ganamos, Del Bosque tuvo
una idea genial, demostrando ser un técnico visionario y que además ha
preservado los valores fundamentales de la selección. Ni un extremo ni el otro.
Esto no quiere decir que las críticas sean malas. Desde aquí
mismamente se ha dicho que no contar con Raúl si quiera como jugador
seleccionable es una profunda injusticia y se piensa que por rendimiento,
Torres y Negredo deberían haberse quedado en casa en favor de Adrián y Soldado.
Y se ponen en duda las garantías de Juanfran como lateral, ya que por mucho que
todos nos empeñemos, no es lateral. Cumplir y hasta salirse durante media
temporada en esa posición no convierte a un futbolista que lleva ocho y media
de sus nueve temporadas en Primera División como extremo derecho en lateral.
Sergio Ramos cumplió durante medio año como centrocampista y no es
centrocampista. Pero Vicente sabe más que todos nosotros. Y Juanfran ha hecho
méritos para ir a la selección.
Por eso es ahora y no con la Eurocopa empezada cuando hay
que posicionarse para evitar el ventajismo. Tanto a favor, como en contra. Y
posicionarse sana y deportivamente, sin que nuestras opiniones se entiendan
como un ataque a las decisiones del seleccionador. Desde aquí se piensa que
Adrián, Raúl, Iraola o Muniaín merecían estar, pero ahora toca apoyar a los que
están. Y si los que están ganan la Eurocopa, la alegría y la celebración debe
ser la misma. Y si se pierde, no será sólo porque no ha ido éste o el otro. Al
igual que en 2010 ni se ganó exclusivamente por Pedro ni se hubiera perdido
exclusivamente por Pedro. O ahora por Torres. O en su momento por Raúl, como
bastantes piensan. Una selección es mucho más que todo eso. Como quizá Vicente
intenta hacernos ver, es a veces jerarquía, a veces experiencia y a veces
juventud, ganas y buen estado de forma. Ahora toca unión. Y a estar todos con
La Roja.
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