lunes, 14 de mayo de 2012

Sacudiéndonos la polvareda...azul


No siempre se tiene la oportunidad de hablar sobre un gran acontecimiento deportivo en nuestro país, y ya que la pasada semana tuvimos a los Federer, Djokovic y compañía de huéspedes en Madrid, hoy sería el día perfecto para disfrutar de la crónica de una bonita semana de tenis en la Capital. De las actuaciones de cada uno, las sorpresas, las decepciones, el nivel de juego y demás. Pero no. Apenas se ha hablado de tenis en la edición 2012 del Mutua Madrileña Madrid Open, y eso que ha sido 'Trending Topic' durante los últimos siete días. Y es que parece que su dueño, Ion Tiriac,  se ha empeñado en convertir el Masters 1000 de Madrid en el torneo más popular del mundo a toda costa, incluso si es hablando mal del mismo.

Si ha habido una palabra repetida estos días al charlar sobre lo que estaba pasando en la Caja Mágica ha sido una: AZUL. Azul para describir, nunca mejor dicho, la polvareda que se ha levantado respecto a la polémica y novedosa pista de tierra de ese color fabricada para la ocasión, algo que está levantando más que críticas.

Era de sobra conocida la opinión no sólo de Rafa Nadal en contra del cambio por motivos de tradición, y aunque el azul sigue siendo tema de debate aún con el Masters 1000 de Roma ya arrancando en el país Transalpino, el color en sí pasó a un segundo plano a lo largo de la semana. Los jugadores se quejaron de que la superficie resbalaba, de que los apoyos cambiaban y de que la de Madrid era una superficie más rápida respecto a una cancha de arcilla normal . Esto, unido a la altura, hacen que este torneo, colocado justo en medio del calendario de tierra batida, les corte completamente la preparación de esta etapa del calendario.

Escuchamos a Nadal criticar a la ATP por permitir el cambio. Escuchamos a Djokovic en tono más irónico, diciendo que era más práctico llamar a Chuck Norris o ponerse unas botas de fútbol para jugar. Y ahora, tras los resultados, empiezan las consecuencias. Nadal, casualmente, perdió con Verdasco en octavos después de trece enfrentamientos invicto y amenaza con no volver. Djokovic, que perdió con su compatriota Tipsarevic en un partido que levantó otra polvareda (si perdía Federer podía quitarle el número 2 del ranking a Nadal, como luego sucedió), se suma a su órdago. Ahora todo se irá olvidando al tiempo que la temporada continúa, pero se deben sacar algunas conclusiones:
  
  • Las críticas de Nadal respecto a la pista azul vienen de lejos: Cuando el año pasado Tiriac la anunció, hubo críticas; Cuando se cambió de los chavales recogepelotas a las modelos, hubo críticas. Y Nadal ya criticó la pista antes y después de perder con Verdasco.
  • Sin embargo, puede discutirse si ha hecho bien o no amenazando con no volver a Madrid después de haber perdido. Se puede entender como una rabieta y eso le resta credibilidad. Y él mismo lo sabe cuando dice que la amenaza no es fruto de una rabieta.
  • También queda claro que las quejas de los tenistas no son contra la organización del torneo, sino contra la ATP, a la que culpan de haberle permitido a Tiriac hacer lo que le venga en gana.
  •  Muchos no culpan al color azul (Ferrer, Verdasco). Lo que se dice es que la pista no está bien y que el haber teñido la tierra de azul puede ser una causa. Y que una superficie tan distinta a las demás en medio del calendario de arcilla supone un contratiempo y un peligro físico para los jugadores.
  •  La conclusión, por tanto, podría ser que Nadal y muchos jugadores están hartos de que la Asociación que debería protegerles, cuidarles y velar por sus derechos, se venda al marketing y haga y deshaga sin contar con ellos para nada. De sobra es conocida la cruzada que Rafa lidera desde hace tiempo para intentar cambiar el calendario, que él y muchos consideran extenuante y el responsable de muchas de las lesiones de los jugadores (los 30 primeros del ranking están obligados a jugar como mínimo 16 torneos anuales y normalmente juegan bastantes más). El pasado verano, el balear ya lideró un motín en el US Open cuando la organización le obligó a él y a varios jugadores a disputar sus partidos al aire libre y con una intensa lluvia a pesar del riesgo personal que ello conllevaba, simplemente por no hacer esperar a las televisiones. Nadal, junto con otros como David Ferrer, Andy Murray o Andy Roddick, abandonaron la pista y fueron directamente a quejarse al responsable de la ATP presente en el torneo junto. Ahora, la ATP aprueba la pista azul sin contar con la opinión de los jugadores.
Otro aspecto importante es el hecho de que los españoles se sientan especialmente perjudicados respecto al resto en su propia casa, algo que no entienden. De ahí las declaraciones de Verdasco antes de enfrentarse a Nadal, diciendo que "la pista beneficia a los extranjeros", ya que es más rápida que una de tierra normal. Quieren unas condiciones que, aunque no beneficien, tampoco perjudiquen a los españoles respecto a los demás.


Ion Tiriac siempre ha pretendido ganar protagonismo a través de decisiones innovadoras. Cuando se decidió poner a modelos de recogepelotas en detrimento de los tradicionales chavales junior procedentes de clubes de tenis se tachó a los organizadores de machistas, al querer atraer al público de manera ruin. Lo de poner la pista de color azul ha ido un paso más allá. Ahora, Tiriac ya está pensando en poner pelotas de color naranja o amarillo fosforescente. ¿Hasta dónde va a llegar todo esto?
 
Porque parece que el multimillonario rumano no tiene intención de variar su política de innovaciones, vuelvan o no Nadal y Djokovic a Madrid, algo que ha dicho que no le preocupa en exceso, incluso con un punto de desprecio: "Si haces un torneo por un jugador, estás quebrado. Cuando empezamos en 2002 Nadal perdió en primera ronda".

Otra cosa bien distinta es la vieja pregunta de si la familia del tenis es, como ha sido siempre, un gremio particularmente quisquilloso a la hora de modernizarse. A veces cuesta entender que un cambio de color cause tanto rechazo y que luego haya tantos problemas cuando en el US Open llueve y hay que parar, cosa que ha pasado siempre y es "tradicional". Y sin embargo se reclama el techo retráctil en los cuatro grandes. Defender lo clásico para algunas cosas y quejarse de otras resta argumentos a los jugadores. Habrá que encontrar un término medio.

Habría que modernizarse y mejorar, aunque escuchando siempre a todas las partes y sin atender sólo a criterios económicos. Otro ejemplo de la resistencia al cambio en el tenis es el tan criticado ambiente en los torneos españoles. Una cosa es animar apasionadamente y otra molestar y desestabilizar al contrario, de acuerdo. Pero el hecho de que siempre haya habido un silencio sepulcral durante el juego no tiene por qué significar que siempre haya sido lo correcto. La excusa de la concentración es relativa. ¿Qué concentración tiene, entonces, un futbolista que se dispone a lanzar un penalti decisivo en un estadio con 90.000 personas que le insultan, le gritan y le hacen gestos de todo tipo? ¿Soporta menos presión un jugador de baloncesto que se juega un tiro que vale un título en la última décima de segundo con toda una cancha llamándole de todo? En eso, los tenistas también deberían equipararse al resto, porque muchas veces, sus reclamaciones y sus quejas se ahogan en sus propias tradiciones.

3 comentarios:

Luis dijo...

A mí para empezar me chirría un poco eso de que el torneo de tenis de Madrid sea propiedad de un rumano. Y para seguir, me resulta muy raro que todas las culpas las esté cargando el tal Tiriac, cuando el color azul es, casual casualidad, el color corporativo del principal patrocinador del torneo. A ver si van a ir por ahí los tiros...

Anónimo dijo...

La Mutua dijo en un comunicado al inicio del torneo que la idea de poner la pista azul no había surgido de ellos y que no habían tenido nada que ver, ya que, aunque son el patrocinador oficial del torneo, no tienen poder de decisión sobre ese tipo de cosas. Aun así es casual casualidad, como dices y no me extrañaría lo más mínimo que se hubiera tomado la decisión por eso. Pero independientemente de si poner la pista azul es por la Mutua o no (cuando el torneo se jugaba en la Casa de Campo sobre pista dura, la pista también era azul), lo importante no es si la pista es azul, verde o violeta, es si se está en condiciones de jugar o no. Eso por un lado, y por el otro, qué porcentaje de razón tienen los jugadores cuando alegan razones de tradición para evitar estos cambios o si todas estas quejas son más bien para seguir peleando contra una ATP que no les hace ni caso (recuerdo que desde hace tiempo los tenistas están pensando en hacer huelgas en el futuro). Y derivado de esto, si el tenis es un deporte que se resiste a la modernidad y se "acomoda" más que otros.

Anónimo dijo...

Y respecto a lo de que el dueño sea un rumano...pues pienso que es como todo. El dueño es un multimillonario que maneja sus dineros en el mundo del tenis. Podría ser rumano, español o del país que sea. Lo que importa es que tiene pasta para montar un torneo. Y no cualquier torneo, que para muchos entendidos, éste es un torneo que, por instalaciones, recursos, popularidad, capacidad y demás, podría estar en disposición de desbancar a Roland Garros como Grand Slam con el tiempo (personalmente lo considero una exageración, pero si hay entendidos que lo dicen, por algo será). El dinero, el dinero...