viernes, 22 de octubre de 2010

Noviembre y el optimismo del Madrid

Bueno, pues ya estamos casi en el mes de noviembre, un mes en el que en fútbol suelen pasar muchas cosas. Sin ir más lejos, hace algunos años, en la época de Van Gaal y Rivaldo se hablaba de que noviembre era "el mes negro" para el Barça.


También ha resultado ser el mes de la sentencia para algunos en el Madrid, como Bernd Schuster en su segunda temporada, poco antes de un Barça-Madrid en el que debutó Juande Ramos. Es posible que sea todo casualidad, o que también sea porque al llevar ya dos meses de competición prácticamente cumplidos, la gente empieza a sacar conclusiones sobre las posibilidades de cada uno.

Y en esas primeras conclusiones estamos. No hemos dejado de leer, ver y escuchar en todos los medios que esta era la semana de la primera prueba seria para el Madrid de Mourinho. Y desde luego que ha salido bien. Y no sólo eso, los madridistas están satisfechos. De momento.

Tendré más ocasiones de explayarme respecto a la decisión del Madrid de contratar a Mourinho, preferiría no entrar demasiado en eso ahora. Pero lo primero que uno percibe en este Madrid a diferencia de años anteriores, es una solidez mucho mayor. Creo que este "declarado estado de optimismo" que promueven los medios después de tres buenos partidos es engañoso. Queda mucho todavía y a cualquier equipo puede venirle un mes negro. Pero está claro que el portugués ha conseguido voltear algo que sus anteriores compañeros en el banquillo blanco nunca consiguieron: Hacer que la gente se lo crea, eliminar ese complejo de inferioridad ante el Barça y ante Europa. Mantener todo lo que al equipo nunca le ha faltado estos años. Compromiso, entrega, trabajo...y compaginarlo con su toque personal, su imagen de fortaleza, su gen ganador.

No creo que sea casualidad que, más que en años anteriores, todos los futbolistas estén a una y alaben la figura de su entrenador. Le culpan de la buena marcha del equipo, afirman estar contentos con él e incluso lo reconocen cuando éste les desacredita en público o dice abiertamente que no entrenan como a él le gusta. ¿Podríamos imaginar semejantes declaraciones con otros técnicos?

En un año sin grandes fichajes, con contrataciones de futbolistas de clase media, resulta que los demás están más alerta que nunca respecto al peligro emergente del Madrid, y no es por otro que por Mourinho. Y eso, guste o no guste a la gente como entrenador, ya es un punto a favor del equipo. Porque, si uno se para a pensarlo, ¿tiene más calidad este equipo que el de años anteriores? ¿Son mejores Özil y Di Maria que Robben y Sneijder? Que pueden serlo, pero, ¿es tanta la diferencia? ¿Tanta como para marcar un cambio de rumbo radical en el equipo? ¿Se estaría comportando el Madrid de igual manera con los jugadores que han salido que con los que han llegado, o estaría peor?


Partidos como el del Milan pueden marcar el rumbo de una temporada y la inercia de un equipo. En años anteriores, fueron partidos clave para sentenciar a Pellegrini, Juande, Schuster y hasta a Capello. Marcaban el límite de las capacidades del equipo. La gente se ilusionaba y después, cuando llegaban el Milan, el Arsenal, el Liverpool el Barcelona o el Bayern de Munich se volvía a casa cabizbaja. Y de momento, por ahora, eso ha cambiado.

Pero que no se me interprete mal. La gente quiere matar demasiado pronto al Barça, que vive ahora sumido en líos de ex presidentes, cuentas y tribunales. Y no hay que olvidar que sigue siendo el Barça de Messi. El Barça de Xavi, Iniesta, Guardiola...el Barça de Villa, que tarde o temprano despertará. Y no sé si hará casi cien puntos en la Liga o si llegará a semifinales de la Copa de Europa, pero sí estoy seguro de que peleará por todo hasta el final.

Lo único que digo es que un Madrid en supuesta construcción y con un equipo joven ha sido capaz de cambiar la inercia del club. Es más, ha afrontado su primer compromiso serio y lo ha superado con nota. Puede que frente a un mediocre Milan, sí. Pero el año pasado estos eran partidos que se perdían, dando la sensación de que al equipo le faltaba un puntito más para llegar lejos. Si en febrero se vuelve a caer en Europa y se ha hecho el ridículo en la Copa volverá esa inercia, pero por ahora, las sensaciones son distintas.

No hay comentarios: